Los murcielagos
Situación actual de los murciélagos en la península Ibérica
Los murciélagos forman probablemente uno de los grupos animales más olvidados y peor conocidos, a pesar de presentar una biología y unas adaptaciones fascinantes. Baste decir que la principal fuente de conocimientos sobre los murciélagos de la mayoría de las personas se debe a la famosa novela de Braham Stoker, Drácula. Nada más lejos de la realidad.
Los murciélagos constituyen un grupo antiguo de mamíferos, cuyos primeros fósiles conocidos datan de comienzos del Eoceno, hace aproximadamente 60 millones de años (1). Pero su característica más peculiar no es la antigüedad, sino el hecho de ser los únicos mamíferos que tienen el privilegio de volar de forma semejante a la de las aves, es decir, mediante un vuelo activo. Gracias a esta peculiaridad han podido instalarse en muy variados ambientes y ecosistemas, de manera que se distribuyen por todos los continentes (a excepción de la Antártida) y por gran número de islas, muy diversificados y adaptados a multitud de hábitats. Tanto es así que en la actualidad se conocen 963 especies (2). Además se han adaptado como ningún otro mamífero a las condiciones de vida nocturna y se refugian en lugares recónditos. Por todas estas circunstancias, nos resultan animales poco accesibles, incómodos y difíciles de estudiar.
Los quirópteros (literalmente, animales de manos aladas) han desarrollado el más preciso sistema de localización de objetos por medio de sonidos (ecolocación): emiten ultrasonidos a través de la boca o la nariz que, al chocar con un objeto (presa u obstáculo) son reflejados y posteriormente recogidos a través de las orejas. A partir de estos ecos son capaces de diseñar una imagen sónica de su entorno. De esta forma pueden desenvolverse en la más absoluta oscuridad, con lo que aprovechan un nicho ecológico vacío y evitan en gran medida la presión de los depredadores.
Debido en gran parte a este conjunto de adaptaciones, los murciélagos practican una estrategia demográfica conservadora. Su vida es muy larga, en comparación con la de otros mamíferos de su tamaño (se conocen varias especies capaces de superar los 30 años de edad) y su tasa de natalidad es extremadamente baja (una cría por hembra y año, habitualmente). Como es bien sabido, esta estrategia, típica de depredadores y animales de gran tamaño (sin enemigos), supone un gran inconveniente para que las poblaciones se adapten a los cambios del medio o para que recuperen efectivos tras una pérdida importante.
Los Murciélagos y Vampiros
A los murciélagos y los vampiros se les conoce por tener alas y su habilidad
en el uso de tales. Entre todos los mamíferos, estos son los únicos capaces de
ejercer el vuelo. Hay otros, como las ardillas voladoras, que pueden planear de
un punto alto hacia otro más bajo, pero no volar.
Y desde luego, los murciélagos y vampiros son famosos por sus hábitos nocturnos.
Desde tiempos de antaño las leyendas y supersticiones de toda las culturas los
mencionan como no muy agradables. El hecho de que tres especies se alimenten de
sangre ha aumentado los mitos al extremo de Drácula.